Andrés García, el sex symbol del cine de ficheras y que representó durante una época el arquetipo del macho mexicano —galán, mujeriego, agresivo y de esos hombres que resolvían sus problemas a golpes o a tiros— murió ayer a las 15:07 horas después de complicaciones médicas a raíz de la cirrosis hepática que padecía.
“Con un dolor que no sabía que podría sentirse en el alma, quiero informar al público que siempre siguió y amó a mi esposo, a la familia y amigos, que Andrés García, el amor de mis amores, está descansando al lado de nuestro señor Jesús”, informó la tarde de ayer su esposa Margarita Portillo.
“Permanecí a su lado cuidándolo y queriéndolo hasta su último suspiro”, dijo Portillo, quien detalló que el domingo estuvo hospitalizado, ese mismo día regresó a su casa, donde el lunes recibió una extremaunción, sacramento que se hace a personas que están en su lecho de muerte.
Andrés García nació en República Dominicana, pero en su juventud, entre los 15 y 17 años, llegó a la Narvarte, en la Ciudad de México. Aunque se matriculó en la carrera de Medicina Veterinaria en la UNAM supo que ese no era su camino y comenzó a probar suerte como boxeador, fue también vendedor y profesor. Casi al cumplir la mayoría de edad se fue a Acapulco y comenzó a trabajar como instructor de buceo; un productor lo descubrió.
Su primer papel fue Chanoc (1967), filme en el que dio vida a un pescador aventurero que protagoniza toda una serie de emocionantes vivencias. Su cuerpo atlético y rostro de encanto, inmediatamente llamaron la atención, por lo que después le llegarían más proyectos. A finales de la década de los 70 y principios de los 80, era uno de los sex symbols en un momento en el que en el séptimo arte nacional se requerían nuevos íconos.
“Fue la formación de una representación de la masculinidad cuando se fueron los luchadores, los charros. Cuando al cine mexicano le empieza a faltar una identidad de lo masculino, aparecen figuras como Andrés García, Hugo Stiglitz, Milton Rodríguez. Tenía una personalidad muy ligera, muy afable, eso lo convirtió en esa nueva figura de la masculinidad mexicana”, destacó a La Razón el crítico de cine José Antonio Valdés Peña.
La película que lo consagró fue Pedro Navaja (1983), Andrés García es recordado como un hombre apuesto vestido con un pantalón, gabardina, sombrero de ala ancha y lentes oscuros, personaje con el que causó suspiros entre las mujeres, pero también regaló una de las escenas más emblemáticas: la pelea con navaja en mano en el billar entre Pedro y El Cumbias.
Otra cinta exitosa fue Tintorera (1976). Peña Valdés apuntó que uno de sus grandes trabajos fue El principio, que le valió la nominación al Ariel.
En televisión formó parte del elenco de telenovelas como La sonrisa del diablo, Velo de novia, El privilegio de amar y Mujeres engañadas. Durante la pandemia de Covid incursionó con un canal de YouTube.
Se casó en varias ocasiones y sostuvo fugaces romances con algunas estrellas del momento. Contrajo matrimonio con Sandra Vale, con Fernanda Ampudia, con Sonia Infante y Margarita Portillo. Además fueron sonadas sus relaciones con Carmen Campuzano, Anel Noreña e Isela Vega.
Estuvo envuelto en la polémica, en los últimos años se había distanciado de sus hijos Andrés, Leonardo y Andrea; cuando se lanzó Luis Miguel: la serie sus declaraciones sobre la desaparición de la mamá de El Sol acapararon las noticias; en una entrevista con Yordi Rosado sacó una pistola y disparó al aire; y en enero de este año la periodista Anabel Hernández lo denunció penalmente, después de que lo relacionara con el narco y él respondiera con insultos y amenazas.
Ayer que se anunció su deceso, amigos destacaron su trayectoria actoral. “Un gran actor, gran amigo”, dijo Lucía Méndez. Mientras que Anahí externó: “No encuentro las palabras. Le doy gracias a Dios por haberme dado el regalo de tu cariño”. Roberto Palazuelos expresó: “Una de las personas más importantes en mi vida, la razón por la que me convertí en actor, a quien quise como padre”.
Con la muerte de Andrés García, quien será velado hoy en su casa de Acapulco, Guerrero, como lo refiere el experto en cine Valdés Peña, “se va una figura de hombre, un estilo de ser hombre mexicano, que ahorita ya no se entiende de la misma forma”.
CON INFORMACIÓN DE LA RAZÓN
