Militantes del Partido Verde Ecologista de México en el Estado de México se sienten traicionados por José Couttolenc

Nezahualcóyotl, Méx., 27 de octubre de 2024 Los militantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Estado de México han manifestado su creciente desilusión con la gestión del dirigente estatal, José Couttolenc Buentello. Diversas voces acusan al líder partidista de priorizar intereses personales y colocar a sus allegados en cargos estratégicos, lo que ha generado fracturas internas, descontento y una fuga de liderazgos municipales y distritales.

Uno de los principales reclamos hacia Couttolenc es haber motivado a varios militantes a invertir tiempo y recursos en las campañas locales, con la promesa de obtener posiciones en el Congreso local y la Secretaría del Medio Ambiente. Sin embargo, estas promesas no se cumplieron para la mayoría. En cambio, Couttolenc designó en puestos clave a figuras de su círculo cercano, como Areli Rubio, nombrada titular de la Secretaría del Medio Ambiente estatal.

Preferencia por expriistas y aliados recientes

El malestar aumentó al ver cómo el dirigente otorgó preferencia a personas que se sumaron al PVEM recientemente, incluidos varios expriistas. Un caso que destaca es el de Eruviel Ávila Villegas, exgobernador del Estado de México, quien ocupa actualmente una diputación federal plurinominal. Las quejas señalan que Ávila podría asumir el control del partido en la entidad debido al debilitamiento de la estructura interna provocado por Couttolenc.

Renuncia de liderazgos históricos

En municipios como Nezahualcóyotl, la decepción con la gestión de Couttolenc ha derivado en renuncias significativas. Julio César Cerecedo, quien había dejado Movimiento Ciudadano para fortalecer las filas del PVEM, trabajó arduamente para consolidar al partido en su municipio, pero se sintió abandonado por Couttolenc. Finalmente, decidió presentar su renuncia a la dirigencia local. “Me dejaron solo, ni siquiera hubo interés por evitar mi salida”, declaró.

Un liderazgo cuestionado

Couttolenc también enfrenta críticas por haberse colocado en la primera posición de la lista plurinominal del Congreso local, garantizándose así un puesto como diputado. Además, se autonombró presidente de la bancada del PVEM, lo que varios miembros del partido consideran una maniobra autoritaria. La situación ha llevado a comparaciones con el exdirigente de Nueva Alianza, Rigoberto Vargas, quien vendió lo poco que quedaba de su partido al PRI sin consultar a las bases, contribuyendo a su desaparición.

Fracturas visibles ante el gobierno estatal

El desgaste interno no ha pasado desapercibido para la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, ni para el secretario general de Gobierno, Horacio Duarte Olivares. Ambos han comenzado a cuestionar si los resultados obtenidos por Couttolenc reflejan el verdadero peso del PVEM en la entidad o si se trata de una sobreestimación.

Reuniones secretas y alianzas con Morena

Pese a que públicamente el dirigente verde ha declarado que el partido participará en las elecciones intermedias sin alianzas, ha sostenido reuniones en privado con diversas figuras de Morena. Esto sugiere que Couttolenc podría estar buscando acuerdos para garantizar posiciones estratégicas en futuras administraciones, ofreciendo respaldo político a cambio de espacios para sus incondicionales.

Un modelo de desgaste similar al del PRI

Varios analistas advierten que el estilo de liderazgo de Couttolenc podría llevar al PVEM por un camino similar al del PRI, cuya debacle se atribuye al clientelismo político y al abandono de las bases. “Las estructuras de base terminan agotadas al no recibir nada a cambio, pero siempre son las primeras en ser convocadas para hacer campaña”, señalaron fuentes internas del partido.

En los municipios más grandes del Estado de México, la situación es especialmente complicada para el PVEM. Según diversas fuentes, Couttolenc ha asumido que no tiene opciones reales de crecimiento por sí solo y ha optado por presentarse como una “fuerza negociadora”, buscando incluir a su gente en las planillas municipales de otros partidos.

Un futuro incierto para el Partido Verde en la entidad

La gestión de José Couttolenc podría estar encaminada hacia una crisis irreversible si persiste en su estrategia de alianzas oportunistas y abandono de las bases. Con la sombra de un posible desplazamiento por Eruviel Ávila y el creciente malestar de los militantes, el partido enfrenta uno de los momentos más críticos en su historia reciente.

El desenlace de esta situación no solo marcará el rumbo del PVEM en el Estado de México, sino que también podría impactar en la configuración política de la entidad rumbo a las próximas elecciones intermedias.

Aunado a esto, en el 2021 José Alberto Couttolenc Buentello, fue acusado de corrupción y extorsión por el exalcalde de Xalatlaco, René Reza Molina, quien lo señaló de exigir cuotas ilegales a los presidentes municipales del partido.

Reza Molina, exmiembro del PVEM, presentó denuncias civiles por daño moral y denuncias penales por extorsión y tráfico de influencias, alegando que Couttolenc, junto con los secretarios estatales Héctor García (Organización) y Diego Martínez (Finanzas), presionaron para obtener dinero público bajo amenazas de represalias políticas.

“Me exigieron dinero para el partido o me expulsaban”

Según Reza, las presiones comenzaron poco después de su triunfo en 2018 como alcalde de Xalatlaco bajo las siglas del PVEM. Afirmó que Couttolenc le solicitaba personalmente recursos provenientes de fondos públicos, como el Programa de Apoyo a la Comunidad (PAD), el Fondo Estatal de Fortalecimiento Municipal (FEFOM) y el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FAS). “Querían 3 millones de los 4 millones asignados del PAD para el partido”, aseguró Reza en su declaración.

El exalcalde también denunció que otros alcaldes que ganaron bajo las mismas siglas en 2018 —en municipios como Tepetlixpa, Polotitlán, Tenango del Aire y Amecameca— fueron sometidos a las mismas exigencias. “No era una sugerencia, era una cuota impuesta”, explicó, agregando que la negativa a entregar los recursos le costó finalmente su expulsión del partido.

Pruebas contundentes: chats y mensajes de presión

Ese año, Molina mostró capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp en las que los dirigentes del PVEM le exigían dinero. “Las pruebas están aquí. La presión fue constante desde 2019, y los fondos que me pedían no eran pequeños”, dijo.

Reza Molina también denunció que, tras negarse a colaborar con las cuotas, Couttolenc emprendió una campaña de desprestigio en su contra. Asegura que el dirigente utilizó la sindicatura municipal del PVEM en Xalatlaco para interponer denuncias ante el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) y la Contraloría, con el objetivo de dañar su imagen y debilitar su gestión. Ninguna de estas denuncias ha prosperado hasta el momento.

El exalcalde lanzó una advertencia a quienes aún militan en el Partido Verde en el Estado de México: “No se presten a actos de corrupción como estos”. Aseguró que aunque existen personas con trayectorias intachables dentro del partido, “las estructuras dirigenciales están viciadas”. “Quienes siguen confiando en este instituto político deben actuar con precaución para no convertirse en cómplices involuntarios de una red de corrupción”, sentenció.

Esta denuncia se suma al creciente malestar entre los militantes del PVEM, quienes han acusado al dirigente de usar el partido para acomodar a sus aliados y favorecer a expriistas como Eruviel Ávila.

Con estas acusaciones, la continuidad de Couttolenc al frente del partido pende de un hilo. La situación ha llamado la atención entre los altos mandos del gobierno estatal. Analistas políticos advierten que, de no tomarse medidas correctivas, el PVEM podría enfrentar un destino similar al del PRI, cuya decadencia comenzó con prácticas similares de corrupción y abuso de poder.

En medio de esta tormenta, la pregunta es si Couttolenc logrará mantener su liderazgo a pesar del descrédito o si las denuncias en su contra marcarán el inicio de un cambio de dirigencia. Por ahora, la incertidumbre reina en el PVEM del Estado de México, y la credibilidad del partido parece derrumbarse bajo el peso de sus propios escándalos.