Chihuahua, Chih.- Los enfrentamientos armados entre grupos criminales incrementaron los casos de desplazamiento forzado en la Sierra de Chihuahua, ya que a la fecha hay 200 familias en albergues atendidas por el gobierno, afirmó Rafael Loera Talamantes, secretario de Desarrollo Humano y Bien Común, de Gobierno del Estado.
Las personas afectadas son originarias de comunidades de municipios como Guachochi, y Guadalupe y Calvo, entre las que se encuentran 300 menores de edad.
Por espacio de 10 días, habitantes de la comunidad de Cinco Llagas en Baborigame municipio de Guadalupe y Calvo denunciaron ser rehenes de grupos armados que no les permitían salir de sus casas.
Tal situación generó un operativo de los tres niveles de gobierno para atender a las familias afectadas por desplazamiento forzado y los altos niveles de violencia que se registran en la zona.
Según la Fiscalía General del Estado, grupos armados pertenecientes al Cártel de Juárez disputan el territorio al Cártel de Sinaloa por eso el incremento en los enfrentamientos en la zona.
De manera coordinada, las autoridades llevaron despensas y atención médica a los pobladores de varias comunidades, en la que Cinco Llagas destaca por ser el epicentro de los constantes enfrentamientos entre grupos criminales.
Según las estadísticas del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (FICOSEC) los homicidios en Guadalupe y Calvo han aumentado en un 50 por ciento respecto al 2023.
El secretario Rafael Loera fue enfático en afirmar que en el albergue existente en Hidalgo del Parral se atiende a 200 familias desplazadas, de los cuales 300 son menores, provenientes de los municipios de Guachochi y Guadalupe y Calvo, principalmente.
Mientras tanto, las organizaciones de la sociedad civil denuncian que varias comunidades están bajo ataque y sus habitantes son desplazados por la violencia, pero no han podido denunciar por el miedo a los grupos criminales que amenazan su vida y su seguridad.
Ahí están diversas organizaciones como la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A.C.; Consultoría Técnica Comunitaria, A.C.; Grupo Núcleo de Indigenous Peoples Rights International IPRI en México; Servicios y Asesoría para la Paz, A.C., entre otras, solicitan atención humanitaria para las personas desplazadas.
Por su parte, el fiscal Zona Sur Juan Carlos Portillo Coronado, contradijo al funcionario Loera al señalar que no se ha identificado legalmente a víctimas de desplazamiento forzado en dicha región.
El fiscal Portillo Coronado explicó que desde que están resguardando a los habitantes de Cinco Llagas, Dolores y Las Casas no han identificado el delito de desplazamiento forzado debido a que no existen indicios de amenazas directas a los pobladores o de un intento de quedarse con sus pertenencias.
La realidad es que existen según Loera Talamantes doscientas familias desplazadas por la inseguridad en la sierra siendo atendidas en albergues de Hidalgo del Parral.
Ahí, dijo, con un censo se identificaron las principales necesidades de los desplazados: alimentarias, de vivienda o de construcción y en base a eso ya se están entregando los apoyos pertinentes.
En su atención participan también la Comisión Estatal de Vivienda, Secretaria de Salud y por supuesto Desarrollo Humano y Bien Común.
Cabe señalar que hasta el momento se continua con la ola de violencia en Guadalupe y Calvo particularmente en las localidades de Dolores, Cinco Llagas y Las Casas.
A pesar de que elementos de la Base de Operación Interinstitucional mantienen un operativo de seguridad en la región serrana para evitar la comisión de diversos delitos, la autoridad pretende minimizar el problema de desplazamiento forzado y los ataques armados.
Organizaciones de la sociedad civil como la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT), solicitaron urgentemente un operativo para trasladar a las personas a un refugio seguro a Baborigame, Guadalupe y Calvo.
Además pidieron instalar una base militar de manera permanente para proteger a las personas que quieren permanecer en sus comunidades.