Falleció Joseph Ratzinger, el papa emérito Benedicto XVI

  • Su deceso acaeció en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la Santa Sede

Juan Carlos Huerta Vázquez

“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, informa el Director de la oficina de Prensa vaticana

El Papa Emérito, Joseph Ratzinger, teólogo alemán que en 2013 sorprendió al mundo al renunciar a dirigir a la Iglesia Católica, luego de ocho años al frente de una grey, que en ese momento estaba sacudida por intrigas y escándalos, falleció a la edad de 95 años, y ha hecho sonar las campanas de la basílica de San Pedro.

El actual Sumo Pontífice, Francisco, presidirá el 5 de enero el funeral de su antecesor, y se informa que según el deseo del papa emérito, sus exequias se realizarán en la mayor sencillez.

 

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El cuerpo de Benedicto XVI lo expondrán a partir del lunes en la basílica de San Pedro, para que los creyentes lo veneren.

Antes de su inhumación lo colocarán en un ataúd recubierto por otros dos: el exterior, de madera de olmo; el del medio, de plomo; y el interior, de madera de ciprés.

La muerte de Ratzinger pone fin a la insólita convivencia de dos papas, ambos con sotana blanca; el emérito era considerado un brillante teólogo ultraconservador, y el actual, el primer latinoamericano, argentino con ascendencia italiana, Jorge Mario Bergoglio, es un jesuita que desarrolló su papado dedicado a los pobres y los migrantes, y el pasado miércoles, durante la audiencia general, había pedido orar por la salud de su predecesor, quien estaba “muy enfermo” y a quien visitó en su habitación.

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Ratzinger fue el primer papa alemán de la era moderna, sustituyó en 2005 al carismático Juan Pablo II, había sido su mano derecha durante un cuarto de siglo como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo que era el antiguo Santo Oficio de la Inquisición.

Su pontificado estuvo marcado por los escándalos e intrigas en el seno de la Iglesia; y al renunciar, prometió mantener un retiro absoluto, sin hacer sombra a su sucesor, Francisco.