Subida por: Redacción / @CorresponsalsMX
Ciudad de México.- La Fiscal de Investigación del Delito de Violencia Familiar de la Ciudad de México, a cargo de Rosalba Angélica Barrera Rosales, ha decidido hacer de la fiscalía un lugar de terror. Ha creado un verdadero Big Brother dentro de las oficinas, donde tiene vigilado al personal que trabaja ahí las 24 horas. Ha amenazado a todas los trabajadores que, de ser necesario, les revisarán los celulares, para evitar fugas de información sobre expedientes que ahí se trabajan.
Recordemos que Barrera ya ha sido acusada, anteriormente, por la gente de la Fiscalía que encabeza, de explotar al personal, de exigirles trabajar horas extras y sin días de descanso, sin pago extra. Incluso ha retenido al personal por más de 16 horas y sin que puedan ir a recoger a sus hijos a las guarderías.
Asimismo, Rosalba Barrera ha ejercicio, durante muchos años, una agresividad inexplicable en contra de las mujeres que son víctimas del delito de violencia familiar. Lo curioso y lo triste, es que ninguna autoridad en la Ciudad de México se ha pronunciado en su contra, y no solo eso, la han dejado actuar a sus anchas, hasta sentirse intocable.
Barrera ha archivado carpetas de investigación, algunas las ha ordenado que se judicialicen, otras las ha impulsado y hasta cambiado en contra de las mujeres víctimas de la violencia. En la mayoría de los casos existe un común denominador: los agresores son personas con alto poder económico.
Es tal el atraso de seguimiento de las carpetas de investigación de esta fiscalía, que muchas mujeres que denuncian violencia familiar, son conminadas por la propia gente de Barrera para que lleguen a un acuerdo con sus agresores. Apenas hace unos días, el periodista de nota roja, Carlos Jiménez, publicaba un caso donde Karla había sido agredida por su esposo Brandon y por su suegro Juan Estrada, y en la Fiscalía, Luis Pérez Larios, mejor exhortó a la víctima a llegar a un acuerdo. En pocas horas, otra víctima de violencia familiar, la ex periodista Rebeka Zebrekos, publicaba en su cuenta de Instagram, que no existe la mediación en el delito de violencia familiar, evidenciando así el nivel de corrupción que existe en esta Fiscalía.
Por su parte, la bancada del PRI en el Senado de República presentó un Punto de Acuerdo para que se investigue los casos de corrupción que hay al interior de esta Fiscalía, donde se han volteado diversas carpetas de investigación en contra de las víctimas.
¿Quién protege a Rosalba Barrera? Se dice que atrás de ella está Ulises Lara, quien todavía sigue operando diversos casos dentro de la Fiscalía de la Ciudad de México. Es urgente que la nueva Fiscal, Bertha María Alcalde Luján, tome nota de la gran corrupción que existe dentro de la Fiscalía del Delito de Violencia Familiar y que encabeza la propia Angélica Barrera Rosales. Urge un cambio profundo dentro de esta institución, ya que sería otra gran tragedia que producto de la corrupción que impera, se de otro caso de alto impacto, como el que le ocurrió a la víctima de feminicidio Abril Pérez Sagaón.