La semana negra de Fernández Noroña

Sus conflictos juegan con los límites de Morena * El presidente del Senado ya es el rey del escándalo: Insulta a funcionarios, enfrenta a su partido por la unidad y la corona de la polémica: Los señalamientos por una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos

POR: ERIC GARCÍA 

Ciudad de México.- Una tras otra. Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, está en el centro de la controversia por sus desplantes, sus comentarios desafortunados, sus pleitos por aquí, allá y acullá… y lo que faltaba: Su compra de una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, que posee una vista espectacular.

Mientras son peras o manzanas, su imagen en nada ayuda a la ideología de Morena y por lo visto manda al carajo la Austeridad Republicana.

Ha insultado públicamente al cónsul de México en Miami y ha obligado a la Primera Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a intervenir para desmentir sus comentarios sobre la unidad dentro de Morena.

Las explicaciones sobre su patrimonio llegan en un momento “calientito” y saturado de críticas por su lengua afilada… y si no, que lo diga Lily Téllez y Alito Moreno.

Fernández Noroña en varias ocasiones se ha enfrentado desde su trinchera con los de su propio partido. Incorporarse a Morena no le impide rebajar su tono contestatario.

Lo que le faltaba nunca lo imaginó Gerardo Fernández: El portal Eme Equis difundió su declaración patrimonial en la que aparece la compra de una casa de 1,201 metros cuadrados en Tepoztlán por 12 millones de pesos y la adquisición de una camioneta de millón y medio de pesos… y la lluvia de críticas no se hizo esperar.

El martes pasado Fernández dijo “yo no tengo ninguna obligación personal de ser austero” e insistió que la propiedad con vista a la montaña y un amplio jardín es usual para la clase media y que la compró a crédito. “Díganos qué vehículo tenemos que tener, en qué restaurantes tenemos que comer”, increpó a un periodista. Con su respuesta, sale a relucir con mayor fuerza de que “no son iguales, son peores”.

En su defensa, el presidente del Senado justifica su estilo de vida. “He trabajado muy duro para tener lo que tengo y lo he ganado con honestidad. Nadie me ha regalado nada” y pide investigar también las declaraciones patrimoniales de políticos de la oposición. Una salida muy falsa, da a entender que él lo hace porque todos lo hacen.

Sus últimas declaraciones sobre una fractura del movimiento no hacen nada bien en un momento de crisis de credibilidad por el apego a los ideales y la deriva política de sus integrantes.

 

“La oposición fuerte, espero que para eso falte mucho y tarde mucho en suceder, va a salir de nuestro movimiento”, expresa y alimenta la idea de una ruptura interna… pero más rápida que furiosa la Mandataria Sheinbaum Pardo le respondió: “Hay mucha unidad de nuestro movimiento, mucha. No coincido en nada de lo que dijo”.

Tener la presidencia del Senado, su premio de consolación, no fue suficiente para aplacar los enfrentamientos constantes. Desde discursos con diplomacia nula hasta gastos ostentosos que chocan con los principios de Morena.

La oposición no ha dudado en usar sus traspiés para señalar la falta de coherencia de la Cuarta Transformación.

Y Fernández Noroña sigue con sus declaraciones polémicas: En el esplendor de su jardín en Tepoztlán, Morelos, llamó “cretino” al cónsul de Miami por asegurar que los migrantes mexicanos detenidos en Alligator Alcatraz están en buenas condiciones después de visitar el centro.

El senador se mantiene fiel a su perfil belicoso sin miedo a las represalias. No olvidar la riña con un abogado en las salas de espera VIP Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el que llamó “imbécil” al hombre que le confrontó. El conflicto terminó en un acto de disculpa pública, para muchos la escena fue un abuso de poder para doblegar a un ciudadano.

No cabe duda que Gerardo Fernández Noroña es genio y figura hasta la sepultura.

 

NOTA RETOMADA DE LA REVISTA IMPACTO