- Tras cuatro meses intensos de guerra * El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana defiende los resultados de su estrategia contra la crisis de violencia y sostiene que casi 50 objetivos prioritarios han sido detenidos
México, 27 de enero.- Las facciones que se disputan el control del Cártel de Sinaloa acusan el desgaste tras cuatro meses de conflicto, afirma Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
García Harfuch defiende los resultados de la estrategia contra la crisis de violencia en el noroeste de México y sostuvo que en los últimos días se ha logrado inhibir los enfrentamientos entre Los Chapitos y La Mayiza, el grupo leal a Ismael El Mayo Zambada.
“Se ha debilitado a las células delictivas que generan más violencia”, asegura y agrega que “definitivamente ha habido un avance”.
El funcionario anuncia que se ha logrado detener a casi 50 objetivos prioritarios desde la llegada del nuevo gobierno, al tiempo que la guerra de cárteles ha dejado 692 asesinatos, según cifras oficiales.
“La cantidad de homicidios que había al inicio no es la misma de ahora”, enfatiza García Harfuch, quien se desplazó en diciembre a Sinaloa para coordinar la estrategia del gobierno de Sheinbaum sobre el terreno y avanzar en los esfuerzos de pacificación.
La guerra abierta entre La Mayiza y Los Chapitos estalló el pasado 9 de septiembre. El conflicto ha sembrado el pánico entre la población civil y el caos en Culiacán, la capital de Sinaloa y bastión histórico de la organización criminal.
Se trata de la peor fractura dentro del cártel, una de las fuerzas criminales más poderosas del mundo en casi 15 años.
García Harfuch señala explícitamente que uno de los objetivos de la intervención del Gobierno era debilitar a las facciones en disputa y disuadir la formación de convoyes que utiliza cada grupo para atacar a sus rivales y antiguos socios. Destaca también el aseguramiento de alrededor de 400 vehículos y más de 600 armas de alto poder en acciones contra los grupos criminales en el arranque de esta administración.
Omar García asevera que hay señales de que el conflicto ha perdido intensidad. En diciembre pasado hubo cinco días distintos en los que se registraron más de una decena de homicidios, pero desde inicios de este año no se han superado los dos dígitos en el recuento diario de muertes violentas.
La guerra ha dejado su huella en Sinaloa, con cientos de secuestros, robos de vehículos, ataques a comercios, decapitaciones en plena calle y narcomensajes de las facciones en disputa para intimidar al gobierno y a sus rivales.
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