- El cadáver del funcionario fue abandonado al costado de una carretera carretera de la región
Samuel García
El presidente seccional del poblado de Bahuichivo, municipio de Urique, José Ofelio Cervantes, fue asesinado a balazos y su cadáver fue posteriormente abandonado al costado de una carretera, en la sierra de Chihuahua.
La localidad es el lugar de residencia de José Noriel Portillo Gil alias “El Chueco”, quien es buscado por el homicidio de dos sacerdotes jesuitas y de un guía de turistas, ocurrido a mediados del año pasado en la vecina localidad de Cerocahui, en el mismo municipio.
El cuerpo del funcionario fue localizado la tarde de este miércoles, a la altura del kilómetro 17 de la carretera que comunica a Bahuichivo, con el poblado de San Rafael. Junto al mismo fueron encontrados tres cartuchos percutidos de una pistola calibre 9 mm.
Elementos del Ejército Mexicano, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la Guardia Nacional, desplegaron un operativo por la región para dar con el paradero de los responsables.
Durante los recorridos fueron detenidos dos hombres, que se identificaron como elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Urique y estaban en posesión de armas de fuego y droga.
Los sujetos fueron identificados como Jesús Manuel R.R. y Servando B.M., el primero de ellos dijo ser comandante de la corporación, mientras que el otro se identificó como jefe de grupo.
Desde el segundo semestre del año pasado, sobre esa región de la Sierra Tarahumara se mantiene el despliegue de fuerzas federales y estatales para ubicar a Portillo Gil, quien es el jefe de plaza del cartel de “Los Salazar” y principal sospechoso del crimen contra los religiosos.
Hasta antes del ataque contra los sacerdotes, “El Chueco” tenía su centro de operaciones en Bahuichivo, donde se ubica su vivienda, una mansión que resalta entre las sencillas construcciones del resto de la población.
A pesar de la permanente movilización policiaca, al momento se desconoce su paradero.
