- Las magnetitas de este ferrocarril experimental están hechas con materiales raros y sus creadores aseguran que harán los viajes más silenciosos y rápidos que los convencionales
China sigue apostando por convertirse en líder mundial en el campo de los trenes de levitación magnética. El último avance en este sector viene por parte de un grupo de investigadores que acaba de presentar un modelo experimental que no necesita electricidad para alimentar a los imanes que lo hacen flotar. Según sus creadores, esta nueva tecnología consigue que el tren sea más eficiente y ofrece una alternativa barata y rápida al transporte urbano convencional.
En 2018, China anunció que estaba probando un tren de levitación capaz de alcanzar los 1.000 kilómetros hora. Pocos años más tarde, en 2021, pusieron en marcha uno de los transportes terrestres más rápidos del mundo: un tren de alta velocidad flotante capaz de alcanzar los 600 kilómetros hora y de recorrer los aproximadamente 1.200 kilómetros que separan las ciudades de Pekín y Shanghái en dos horas y media. Ahora, China quiere utilizar esta tecnología también para los viajes cortos. Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Jiangxi, han construido un sistema de imanes que entre sus componentes cuenta con metales raros y que, al contrario de lo que sucede con los trenes de flotantes tradicionales, no necesita electricidad para generar el campo magnético que mantiene el tren suspendido en el aire.
El uso de estos materiales no es casual, ya que China domina el mercado de metales raros.
Las estimaciones apuntan a que el año pasado produjo 168.000 toneladas métricas, muy por delante del siguiente en la lista, EEUU, con 43.000. Según el diario hongkonés South China Morning Post, muchas ciudades chinas tienen en sus agendas la construcción de líneas maglev. Esta nueva tecnología, dicen sus creadores, abarata tanto el gasto energético como los costes de construcción de su infraestructura y es capaz de superar con creces la velocidad de los transportes urbanos convencionales.
Cómo funciona
El maglev experimental construido por los investigadores chinos está ahora mismo en pruebas en el condado de Xingguo, en la provincia sureña de Jiangxi. Según informa el canal público de televisión CCTV, el trayecto de la prueba tiene unos 800 metros de largo y el tren utiliza potentes imanes fabricados con metales raros para producir una fuerza de repulsión constante lo suficientemente fuerte como para hacer flotar un tren con 88 pasajeros a bordo. Al contrario que otros trenes flotantes, el nuevo maglev chino tiene un brazo en su techo que lo sujeta a un rail suspendido a unos 10 metros del suelo. Los imanes dentro del raíl se repelen entre sí haciendo que el tren flote y esa ausencia de fricción, según los investigadores, hace que solo necesite una pequeña cantidad de electricidad para impulsar el tren a una velocidad media de 80 kilómetros por hora.
Los imanes convencionales van perdiendo su poder magnético con el tiempo. Pero la nueva composición con metales raros, dicen los investigadores, no sufre ese desgaste y pueden mantener el tren levitando indefinidamente, por eso se refieren a ellos como imanes permanentes. Según las estimaciones, China también controla este mercado al producir el 80 por ciento de imanes permanentes del mundo. Los investigadores afirman también que el uso de tecnologías como la inteligencia artificial les ha permitido solucionar otro de los aspectos mejorables de este tipo de trenes: su conducción y su seguridad operativa.
Un transporte urbano más rápido y barato
El gran problema al que se ha enfrentado este tipo de transporte para conseguir una adopción masiva es fundamentalmente económico. Por un lado, está el coste de construir la infraestructura necesaria para su implementación y por otro el gran gasto energético que supone tener los trenes en funcionamiento.
Según los investigadores, sus nuevos imanes generan poca radiación electromagnética y su coste de construcción es aproximadamente una décima parte de lo que cuesta poner un metro en marcha. Las autoridades locales de transporte afirmaron que, tras algunas pruebas, la velocidad de sus trenes podría alcanzar los 120 kilómetros hora, un 50 por ciento más rápido que los trenes subterráneos chinos que hay en la actualidad. Además, este sistema de transporte, aseguran, es más seguro porque el campo magnético es capaz de absorber gran parte de los impactos que sí afectarían a otros trenes. También es silencioso incluso a altas velocidades, con lo que reduciría la polución acústica. Sin embargo, la polución visual en toda la ciudad aumentaría debido a las enormes estructuras metálicas necesarias para sustentar los raíles. Es el precio a pagar por poder moverse por la ciudad de manera rápida y barata y disfrutar a la vez de las vistas de la ciudad. Aunque siendo China el país del mundo con mayor número de usuarios de móvil, dudo que nadie se moleste en levantar la vista de su teléfono para admirar el paisaje. (Agencia)