- La menor fue rociada con alcohol, y luego recibió descargas eléctricas que le provocaron quemaduras de segundo y tercer grado en un tercio de su cuerpo
Juan Carlos Huerta / corresponsal
Guadalajara, Jalisco.- Egresó del Centro Médico de Occidente, la una niña de 11 años de edad que fue rociada con alcohol y quemada en el tórax, un brazo y su abdomen, producto de descarga eléctrica con una pistola taser.
La menor Jazmín, de 11 años, sufrió quemaduras por la agresión ocasionada por el personal de un albergue y centro contra adicciones en Tonalá, el cual sigue asegurado.
La menor estuvo bajo tratamientos durante un mes, y se informa que respondió de manera favorable a los diferentes procesos quirúrgicos a los que se le sometió para reconstruir las partes de su piel que resultaron con lesiones.
Tanto el Ayuntamiento de Tonalá, como Ciudad Niñez e y el DIF han apoyado a la familia de la menor, y a ella, quien seguirá el proceso médico desde su casa, además del tratamiento psicológico.
Los responsables de las agresiones, y dueños del establecimiento permanecen prófugos, aunque vecinos de la colonia donde se encuentra el lugar, informan los operadores asisten a recurrentemente a la zona.
El gobierno de Jalisco emplazó a estos centros de rehabilitación para que se regularizaran, y se emprendieron operativos en la Zona Metropolitana de Guadalajara, después que se registraron agresiones y vejaciones a los derechos humanos, pues muchos operan de manera clandestina y se cometen abusos contra los internos. El periodo de gracia culmina el 11 de octubre.
En el estado se tiene un registro de 390 establecimientos especializados en la atención de adicciones, de los cuales, sólo 85 tienen reconocimiento de la Comisión Nacional y el Consejo Estatal contra las adicciones, es decir que por cada centro acreditado, hay tres que operan de manera irregular.