- La miniserie fue filmada en Tabasco y narra la historia de cuatro hombres acusados injustamente
Por Albert Hernández
Villahermosa, Tabasco., 23 de noviembre.- Hay que cambiar, comenzando desde las instituciones, la idea de que “si queremos tener un omelette, tenemos que romper uno que otro huevo”; no se puede seguir tolerando que la tortura y la ausencia de investigación científica sirvan para encarcelar a personas que no han cometido un delito, señaló Roberto Hernández, director de la miniserie “Duda razonable” que el 23 de noviembre se estrenará en Netflix.
Tras el éxito de “Presunto Culpable”, ahora presenta la historia de cuatro hombres que por azares del destino se cruzaron en el municipio de Macuspana. Uno de ellos tuvo un percance automovilístico y todos terminaron tras las rejas por secuestro. Aunque fueron absueltos, inesperadamente después enfrentan un segundo juicio por el mismo ilícito.
Gonzalo García, Juan Luís López, Darwin Morales y Héctor Muñoz, cuentan sus historias desde su día a día en el penal, pero también se puede ver el drama que viven sus familias, mientras las autoridades son exhibidas en una serie de inconsistencias en el caso.
El productor destaca que no eligió Macuspana porque sea la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el trabajo documental lo comenzó desde 2016, tomando en cuenta que la demarcación fue de las primeras en sumarse al nuevo sistema penal acusatorio adversarial, con la novedad de los juicios orales.
Dijo que el hecho de que ahora esos juicios sean videograbados es un gran avance, sin embargo, hace falta más, por ejemplo, que todo se documente desde las detenciones, porque eso inhibiría la posibilidad de que se aprehenda a alguien sin fundamento o que se le obligue a confesar un delito mediante tortura. Más aún, que torturar deje de ser una práctica validada desde los altos mandos de las corporaciones.
“Ellos creen que la violencia aunque sea ilegal es válida usarla y que les puede dar resultados confiables, cuando no hay nada más lejos de la realidad. Y por más normas obstructivas que pongamos a estas prácticas es imposible que vayamos a cambiar la situación, tenemos que cambiar lo que piensan los líderes de las instituciones y la ciudadanía para que esto nos parezca inaceptable”, acotó.
Fue en 2016 cuando, con el apoyo de Proyecto Inocente, visitó dos cárceles de la entidad donde platicó al azar con varios reos para recabar datos sobre tortura y en una de esas conversaciones escuchó a Gonzalo, quien le narró algo que le pareció sumamente desconcertante.
Capitulo a capitulo es posible conocer cómo las cuatro historias se entrelazan, así como seguir la defensa que emprende el abogado Andrés Andrade, apoyado con un grupo de colaboradores, enfrentándose sistemáticamente a un todo un aparato que se niega a dejarlos en libertad.
Roberto recordó en México, de acuerdo a datos del INEGI, solo el 30 por ciento de los encarcelados por cometer secuestro reconoció que cometieron el ilícito, mientras que el 96 por ciento de quienes purgan por este delito acusaron que fueron torturados. En Macuspana –asegura- en aquel año casi el 60 por ciento de los prisioneros estaban por secuestro, lo que no es un dato menor.
Y sostiene que algo que también debe escandalizar es que Tabasco es el primer lugar nacional en violaciones a mujeres durante su estancia en un ministerio público, pues hasta el 26 por ciento de las encarceladas declaró haber sido víctima de vejaciones sexuales cuando fueron puestas a disposición de esa autoridad.