No es posible que a 365 días del feminicidio de Gabriela Marín la respuesta siga siendo la misma: diputada

***Guardaron un minuto de silencio por el cobarde asesinato de la joven legisladora

Por: Verónica Bacaz

Uriel Carmona Gándara fiscal de Morelos, compareció ante los diputados de la LV legislatura y entre besos y abrazos que se repartieron entre ellos, hubo un único reclamo hacia el hoy funcionario que enfrenta cuatro procesos en su contra.

La diputada panista Andrea Gordillo subió a la tribuna y después de hacer un reclamo en materia de seguridad a las autoridades y arremeter en contra del Ejecutivo, hizo finalmente un reclamo esperado por muchos, más allá de saber que el fiscal presumiría su inocencia.

“No es posible que a 365 días del feminicidio de nuestra compañera Gabriela Marín se siga teniendo la misma respuesta”, aseveró la legisladora.

La cuestión no era esperada por el fiscal que llegó como castañuela saludando a todos de beso y abrazo, a un ejercicio de rendición de cuentas. Pues le volvió a preguntar ¿cuánto tiempo más? Cuánto tiempo más porque volvió a regresar (a comparecer) y no nos puede dar la misma respuesta.

“Usted nos dice que nosotros tenemos derecho constitucional de pedir pruebas y nos hemos acercado. Si nos gustaía qu haya un compromiso… sé que lo hay y sé que es una investigación muy delicada, sin embargo, desde esta tribuna, desde este Congreso exígimos una respuesta a esta investigación”, expresó la legisladora.

Esa cuestión incomodó a Uriel Carmona, pues no esperaba esa estocada de la “aliada” legisladora del PAN; no, por lo que refutó qu después de los 50 días que estuvo en prisión “injustamente” no pudo poner el empeño suficiente para obtener resultados y/o avances.

Uriel Carmona ya había respondido que si los legisladores querían saber los avances del feminicidio de la joven diputada Gabriela Marín, podían acercarse a la Fiscalía General del Estado y que entonces les proporcionaría los avances de los sospechosos del crimen, pero Andrea Gordillo insistió en que esa respuesta no era nada más para los diputados, si no también para la familia y la sociedad que exige cuentas claras.

Es una deuda muy fuerte la que tiene el fiscal con el caso Gabriela Marín, pues no sólo los diputados son los interesados en saber quiénes la mataron, es toda la sociedad.