La Habana, Cuba.- La prensa oficialista cubana se movilizó rápidamente desde este domingo para intentar tergiversar la información referente a las manifestaciones populares ocurridas desde ese día en la isla, para así manipular la opinión pública con un discurso obsoleto, gastado y aburrido que ya a nadie convence. Los medios estatales tildaron de “grupúsculo de mercenarios, lumpens y contrarrevolucionarios, al servicio del imperialismo yanqui” a los miembros de las protestas antigubernamentales.
El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), el periódico Granma, encabezó la ofensiva propagandística resumiendo la represión “espontánea” hacia los manifestantes por parte de las fuerzas militares cubanas y partidarios civiles.
Uno de los artículos de este medio incluso negó que la movilización “revolucionaria” represiva contra los protestantes (dígase enfrentamientos entre civiles) fuera incitada expresamente por el propio presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
El texto comentó sobre el altercado civil ocurrido durante la tarde del domingo en la intersección de las capitalinas calles de Reina y Prado, frente al Capitolio.
Recogió varias entrevistas de los integrantes de la represión progubernamental. Una cederista presente llegó a declarar que su objetivo era “defender a la Revolución Cubana al costo que sea necesario, dispuesta a dar hasta mi sangre y darle la respuesta que se merecen esos gusanos”.
Granma intentó aplacar los alzamientos espontáneos que ocurrieron a todo lo largo del país. Indicó que se trata de una “momentánea alteración del orden” y admitió que el proceso incluyó la detención de varios “provocadores, que se resistieron al arresto y agredieron a nuestras fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria”.
La prensa estatal trató de disimular pobremente el estallido social que tomó lugar en la isla, acusando en el proceso a Estados Unidos de proveer financiamiento para las personas que salieron a demandar el mínimo de dignidad que les corresponde como seres humanos, hartos de pasar hambre y ver a sus parientes sufrir y hasta morir sin la atención que debería asegurar una “potencia médica”.
Luego del anuncio del arribo de las fuerzas represivas del Ministerio del Interior (MININT) a las manifestaciones que sucedían simultáneamente en varias provincias, se reportó el corte del servicio de internet en todo el país. Se trata de otra maniobra realizada desde la ventaja de controlar todo un monopolio, en el que sobresale el dominio total sobre las telecomunicaciones, para que la voz popular no continúe tomando las redes sociales.
Protestas similares sufrieron el mismo destino, como las manifestaciones de noviembre pasado, en el que las autoridades allanaron la sede del Movimiento San Isidro (MSI), en la Habana Vieja.
CON INFORMACIÓN DE CUBACUTE.COM