Arturo Soto Munguia / El Zancudo

La memoriosa lectora, el suspicaz lector recordarán que apenas el pasado 11 de mayo escribí en esta columna, a propósito de la investigación que la FGR y la Unidad de Inteligencia Financiera abrieron contra el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León, lo siguiente:



“Si ‘revientan’ a Samuel García en Nuevo León, ¿la dirigencia nacional de MC insistirá en promover el ‘voto útil’ a favor de Ricardo Bours en Sonora, cuando sabe que sus posibilidades de ganar son remotas y con ello facilita las cosas para que gane Morena?”.



Esta pregunta cobra nueva relevancia después del lamentable y condenable atentado en que fue asesinado el candidato de MC a la alcaldía de Cajeme, Abel Murrieta Gutiérrez, y quizás obligue a Ricardo Bours a reconsiderar su estrategia.



De hecho, las fuertísimas declaraciones de Dante Delgado, el dirigente nacional de facto de MC, responsabilizando al presidente de la República de generar las condiciones para que se diera ese atentado, indican que si algún pacto había con Morena para quedarse con el tercio menor en Sonora, abriéndole brecha a Alfonso Durazo, ese pacto se rompió.



El asesinato de Abel Murrieta vino a cambiar el panorama electoral de Sonora; si bien los señalamientos se centran en Alfonso Durazo, dado que falló estrepitosamente en su estrategia de mejorar las condiciones de seguridad pública y pretenden desligarse de esa responsabilidad que no lo abandona porque la sangre derramada es mucha.



Pero además, porque Adrián LeBarón no cesa en señalarlo como responsable, dejando correr la versión de que el crimen puede tener relación con la masacre de Bavispe, ya que Murrieta Gutiérrez acudiría el viernes -un día antes de su asesinato- a Tijuana a exponerle detalles del caso que eran de alto impacto, por ello es importante considerar la postura que asumirá Ricardo Bours Castelo, el candidato a la gubernatura de Movimiento Ciudadano.



El empresario de Cajeme y buen amigo de Abel Murrieta viene diciendo que su campaña va llegar hasta “donde tope” y resulta que en lo electoral ya topó en un 10 por ciento de las preferencias electorales, cifra que lo aleja de toda posibilidad de triunfo.



Pero lo más grave es que también topó con el asesinato de su compañero, casi hermano Abel Murrieta.



Desde el momento del asesinato y por cuestiones lógicas los reflectores se enfocaron en la postura de Ricardo Bours, de alguna manera; después de la familia del candidato asesinado, su partido y él pueden ser los más agraviados.



Este parece ser un buen momento para que Ricardo Bours analice a fondo las decisiones que debe tomar a 20 días de la jornada electoral.



De entrada debe pensar si vale la pena continuar en una campaña que no ha repuntado lo suficiente y que solamente sirve para que la cúpula de un partido político pueda tener posiciones electorales en Sonora. Esas posiciones las lograrían utilizándolo a él y a Abel Murrieta como la punta de lanza de esas ambiciones.



Es momento también de una introspección para analizar si las vidas de otros candidatos merecen ser puestas en riesgo y seguir aportando una cuota de sangre que resulta un precio muy alto para terminar por no ganar la gubernatura.



En estas horas de luto, Ricardo Bours debe valorar si su proyecto realmente fue abrazado por la mayoría de los ciudadanos o si es el momento de dar un paso atrás y declinar a favor de Ernesto Gándara, quien no solamente va punteando en las encuestas y por tanto es el único que realmente puede ganarle a Morena, pero que también es su amigo y por tanto un aliado para el futuro.



Ya no solamente se trata de negociar posiciones, lo que está en juego es la vida democrática de Sonora; es establecer que la mejor manera de honrar la memoria del amigo asesinado es dando la oportunidad a un proyecto que realmente represente a los sonorenses, que se convierta en una opción opositora a la imposición del centro y que representa una visión totalmente distinta a lo que representa Morena.



Ricardo Bours está en una disyuntiva: continuar como candidato a sabiendas de que no va a ganar y por tanto solamente servirá de escalón para que otros terminen como los beneficiarios de su esfuerzo y del sacrificio de Abel Murrieta. O bien, puede decidir no seguir en la contienda y apoyar a quien se apunta como el ganador de la elección: Ernesto Gándara Camou.



Bours Castelo sabe que su proyecto electoral se agotó, no creció lo suficiente, pero se mantiene por orgullo en la contienda; pero eso ya costó una vida, el precio que se pagó es muy alto y puede encarecerse más si insiste en seguir adelante.



Son momentos cruciales para Sonora y cada protagonista de la contienda, pero especialmente el empresario y político cajemense tiene ante sí una encrucijada que debe resolver en los próximos días.



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