¿Por qué Juan Gabriel sí llegó a Bellas Artes y Luis Miguel no?

  • para la máxima institución cultural del país (Bellas Artes), Luis Miguel no tenía la consagración necesaria, a pesar de ser el cantante más exitoso del momento.

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre. – El Palacio de Bellas Artes es el recinto que separa lo excepcional de lo histórico. Y en 1990, Juan Gabriel cruzó esa línea, marcando un hito en la música de nuestro país. Su concierto no sólo transformó su carrera: abrió un debate nacional sobre quién merecía pisar ese escenario y quién no.

Mientras “el Divo de Juárez” conquistaba Bellas Artes entre polémicas, huelgas amenazadas y el rechazo de intelectuales conservadores, un artista miraba desde afuera con la misma ambición: Luis Miguel.

A mediados de los años 90, Luis Miguel vivía uno de los momentos más brillantes de su trayectoria. Venía del éxito rotundo de su álbum “Romances”, había ganado premios internacionales y se encontraba celebrando dos décadas en los escenarios.

Se cree que “el Sol” estaba convencido de que era el momento perfecto para replicar lo que Juan Gabriel había logrado, pero la respuesta que recibió no habría sido la que esperaba.

En el podcast “Luis Miguel, ¿culpable o no?”, el periodista Alberto Tavira reveló que la negativa provino directamente de Gerardo Estrada, entonces director del entonces Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), hogaño INBAL.

“Gerardo me confiesa que él no permitió a Luis Miguel cantar en el Palacio de Bellas Artes. Lo que decía es que no estaba a la altura para ese escenario”.

En otras palabras, para la máxima institución cultural del país, Luis Miguel aún no tenía la consagración necesaria, a pesar de ser el cantante más exitoso del momento.

“Cada cosa en su lugar… El tipo de espectáculo que hace música popular sí puede estar en Bellas Artes, pero sólo con artistas muy consagrados. Todavía era muy joven en ese momento#, mencionó Estrada en la entrevista.

El golpe al ego de Luis Miguel, tras la decisión del Palacio de Bellas Artes

El periodista asegura que esta decisión fue devastadora para el cantante:

“Fue un golpe durísimo en el ego… en los años 90, cuando tienes el autoestima y las ganas de comerte el mundo”.

Luis Miguel estaba acostumbrado a que todo se abriera ante él, pero Bellas Artes no cedió.

Aunque el concierto fue negado, se permitió un acuerdo mínimo: grabar dos videoclips dentro del Palacio, con una condición estricta: Luis Miguel no podía pisar el escenario.

(Con información de El Universal)