- Ambos terminaron reprochados al final de su mandato, porque habian generado esperanzas cuando asumieron la presidencia nacional.
Por: Carlos Velázquez Martínez
México, 1 de octubre.- Andrés Manuel López Obrador fue el presidente de la república más vilipendiado, pero no igual que José López Portillo. Aquél fue mal mirado y despreciado por medios de comunicación convencionales y ciertos periodistas estigmatizados. Pero López Portillo fue defenestrado por casi toda la población mexicana.
Ambos terminaron reprochados al final de su mandato, porque habian generado esperanzas cuando asumieron la presidencia nacional. Portillo hasta se atrevió a ofrecer que “aprenderíamos a administrar la abundancia” (se habian descubierto nuevos yacimientos de petróleo). Por su parte Obrador, dijo que acabaría con la corrupción.
Y ambos se la llevaron los seis años de su mandato, prometiendo y generando expectativas de crecimiento y bienestar, al final quedaron en puras quimeras imberbes.
López Portillo inició su administración con una severa crisis economica y un descontento social derivado de las protestas estudiantiles de 1968 y la matanza de Tlatelolco.
Sin embargo, al hallarse nuevos yacimientos petroleros, se creó una esperanza de recuperación económica y mayor crecimiento. Pero ¡oh desilusión! Jolopo impuso su nepotismo y todo se derrumbó.
Motejado, en privado, como “El Jefe Cejas” López Portillo impuso a su hermano Guillermo como director de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), a su hermana Margarita como directora del Instituto de la Radio y Televisión (IMER), a su amigo de la infancia Arturo Durazo Moreno, porro golpeador, lo graduó de general y lo nombró Director de la Policía del Distrito Federal. Y a su hijo José Ramón, lo designó subsecretario de Programación y Presupuesto. Y cínicamente lo llamó “El orgullo de mi nepotismo”
Y por si eso fuera poco, designó a su amante Rosa Luz Alegría, como la primera mujer en el gabinete presidencial. Le dio el nombramiento de Secretaria de Turismo.
El final de su mandato fue con una devaluación del 270 por ciento del peso, bajo crecimiento del PIB, menos producción de petróleo, hubo saqueo de dólares que propicio la nacionalización de la banca y su final presidencial fue un desastre.
El jefe Cejas acabó defenestrado por el pueblo mexicano, por empresarios, industriales, comerciantes, medios de comunicación. Y finalizó sus días en la llamada “Colina del Perro” en la mansión que le regaló Carlos Hank González.
Por su parte, Andrés Manuel, desde hace 18 años o más, cuando aspiró a la presidencia de la república, los periodistas maxis chayoteros, Ciro, Joaquín, Carlos, Raymundo, Pablo, Adela, Sergio, Pedro, Héctor, Ricardo, Salvador y otros etcéteras, les tupieron duro a las críticas y no descansaron hasta el último minuto de su mandato en 2024.
Si bien es cierto que AMLO cometió errores y sus hijos se lucieron con desplantes de millonarios y algunos de sus colaboradores cometieron actos de corrupción. Los impolutos chayoteros no desperdiciaban ni una línea ágata, ni un segundo, ni un video para ensañarse con Obrador.
Esos odios y fobias le causaron una merma en su popularidad entre la población, pues al inicio de su mandato Obrador tenía un 80 por ciento de aprobación y concluyó con un 67 por ciento, en promedio, de acuerdo a las encuestas detractoras del gobierno. Aún asi, terminó como el mejor aprobado.
Pero, más que críticas fue un desborde de odio personal, rencores que incubaron en gran parte de la población para evitar la llegada de Claudia Sheinbaum Pardo. Pero el tiro les salió por la culata. Claudia arrasó en la votación y hoy es la primera mujer presidenta de la República.
Asi que si gustan opinar, lean la historia presidencial de México, aquí los 10 presidentes peores de México: José López Portillo, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, Miguel de la Madrid, Miguel Alemán Valdés, Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderon, Enrique Peña Nieto y Pedro Lascurain (éste duró 45 minutos en la presidencia para que asumiera Victoriano Huerta, después de asesinar a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez)
Por eso, es bueno conocer la biografía de cada uno de los presidentes, porque ni todos fueron bienhechores ni todos fueron unos infames.