*Tres días de fiesta son pocos para los amantes de la música electrónica
*Mexicanos y extranjeros disfrutaron al máximo escenarios de ensueño
Por: Eric Vilchis
Ciudad de México.- EDC fue un rotundo éxito en su onceava edición, que se llevó a cabo los días 21,22 y 23 de febrero, en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Los tres días se vivió un ambiente de fiesta, pues no por nada este festival tiene sello de garantía a nivel mundial en el genero de la música electrónica.
Apenas abrieron las puertas del evento el día viernes y un mar de gente ya se encontraba en las inmediaciones, pues nadie se quería perder un solo minuto del festival.
Aunque una tormenta azotó durante la tarde, no espantó a los miles de asistentes que estaban ansiosos de disfrutar del primer día EDC y que poco les importó la lluvia que cayó en gran cantidad.
Luego de pasar el último filtro de seguridad, entrabas en un entorno de felicidad, los coloridos atuendos inundaban el camino que te dirigía a los majestuosos escenarios que fueron instalados para vivir la experiencia al máximo.
Bastó que cayera la noche para tener un Autódromo repleto y que el nivel de música estuviera al máximo para detonar por completo este festival.
Juegos mecánicos y las luces neón eran parte de los atractivos que en galardonaron el evento y así vibrar al máximo en EDC.
Pasada la medianoche, la marea de gente comenzó a retirarse del lugar, pues aún faltaban dos días de evento y se tenía que guardar energía porque el cartel anunciaba que sábado y domingo iban a ser de locura total.
Para el día dos, ya con un prueba de lo que se avecinaba, el púbico comenzó a llegar desde temprana hora a la zona oriente de la ciudad.
De otros países y diferentes partes de la República se hicieron presentes chicos, adultos y grandes para vivir la emoción de este festival que dio más de 30 horas de buena música.
Al ingreso, hubo quienes no se aguantaron las ganas y desde las afueras, comenzaron a echar trago para irse animando, algunos otros prefirieron alimentarse y entrar con la panza llena.
Otros, en su mayoría mujeres aprovecharon para poder a completar su outfit y se caracterizaron con brillantina, pintura para el cabello y maquillaje que se colocaba por una módica cantidad a las afueras del recinto.
Al ingresar por segundo día y con un sol que pegaba a sol de plomo, se podía apreciar la magnitud de este evento.
Más de 6 escenarios fueron instalados. El principal caracterizado con el búho que es es sello del carnaval era el que te recibía y al voltear a sus al rededores encontrabas el resto de las plataformas en la que los DJS pusieron su mejor música para poner a bailar a todos.
Podías caminar y caminar sobre una alfombra vede la cual te llevaba a varios sets, sin embargo, esto parecía no tener fin.
En cada uno de ellos podías encontrar diferente música pero toda partía del genero electrónico.
Hubo quienes recorrían hasta el último espacio, mientras que algunos otros ya tenía bien definido su lugar en el que iban a vivir el segundo día de EDC.
El escenario principal y el neón garden fueron los que más nivel de convocatoria tuvieron.
La fila para poder subir a la gran rueda de la fortuna era larguísima, pues todos querían apreciar como se observaba el festival desde las alturas.
Para los temerosos de los juegos mecánicos, diferentes marcas realizaron actividades en la que se podías participar de manera gratuita y en caso de ser ganador obtener un premio para llevártelo a casa y recordar que triunfaste en el carnaval.
El volumen estaba al máximo en cada uno de los escenarios y con un ruido ensordecedor miles de personas bailaban al ritmo de la música.
Nadie dejó pasar el momento y el público sacaba de su bolso el celular para poder grabar parte de la magnificaba noche.
La cerveza fue la bebida preferida del público, pues por todos lados se podía ver las torres de vasos apilados que venían caracterizados de su onceava edición. Pese a que una cheve siempre cae bien, los que no toman agradecieron mucho que los organizadores colocaran bebederos de agua para poderse hidratar de manera saludable.
Y vaya que fue de gran ayuda el vital líquido, pues estar bailando horas y horas dejaba sedientos a los amantes de la música, quienes en repetidas ocasiones iban a rellenar su termo para darle un trago y seguir danzando.
Con un escenario principal completamente lleno y entonando buena música, daba fin el segundo día del EDC.
Vaya que el cuerpo comienza a cobrar factura luego de muchas horas de baile, pues el día domingo ya se veían rostros de cansancio sin embargo, el saber que este evento no se va a repetir hasta dentro de 365 días motivaba al público a vibrar en el tercer y último día.
Este último día, fue en el que los asistentes llegaron más temprano, el que sea descanso obligado permitió a quienes tenían boleto poder disfrutar más tiempo.
Apenas y se abrieron las puertas y la fila ya alcanzaba varios metros de distancia.
El día se prestó y con un sol radiante y cielo despejado permitió que este evento fuera sensacional.
La música y la buena vibra se hacían sentir, mientras que el publico murmuraba que se tenía que aprovechar al máximo los escenarios lucían llenos en su totalidad. Desde el día uno hasta el tres estos sets estuvieron vibrando gracias a los presentes.
La fiesta esta garantizada y como en días pasados se vivió una fiesta.
En punto de las 2:00 am ya del día lunes, una ráfaga de fuegos pirotécnicos anunciaba el fin de esta onceava edición.
El público aprovechó para tomarse la foto del recuerdo y así, ponerle firma de asistencia a uno de los carnavales de música electrónica más aclamados a nivel mundial.
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