Por Agencia Reuters
BRASILIA Cientos de banqueros y economistas divulgaron este domingo una carta abierta en la que pidieron al Gobierno de Brasil medidas efectivas para combatir la pandemia del coronavirus y acelerar la vacuna, y criticaron de forma implícita la postura negacionista del presidente Jair Bolsonaro.
La misiva cuenta con más de 500 firmas de personalidades del mundo económico, entre ellas las de ex ministros de Hacienda, ex presidentes del Banco Central y altos directivos de la banca, como el presidente de Credit Suisse Brasil, José Olympio; y los copresidentes del Consejo de Administración de Itaú, Roberto Setubal y Pedro Moreira Salles.
El texto destacó que Brasil, con casi 295.000 muertes y 12 millones de casos, es el “epicentro mundial” de la covid-19 y que la situación económica y social es “desoladora”.
“Esta recesión, así como sus nefastas consecuencias sociales, fue causada por la pandemia y no será superada mientras la pandemia no sea controlada por una actuación competente del Gobierno federal”, manifestaron los firmantes.
“Éste infrautiliza o utiliza mal los recursos de los que dispone, incluso por ignorar o ser negligente con la evidencia científica en el diseño de las acciones para lidiar con la pandemia”, agregaron.
Asimismo, alertaron de que “probablemente” la actividad económica brasileña será negativa en el primer trimestre de este año, después de la caída del 4,1 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020.
“Sabemos que la salida definitiva de la crisis requiere la vacunación en masa de la población. Infelizmente, vamos con retraso” y al ritmo actual el total de la población no estará vacunada hasta “mediados de 2022”, lamentaron, al tiempo que criticaron también la “negligencia” del Ejecutivo a la hora de comprar nuevas dosis.
“La vacunación en masa es condición sine qua non para la recuperación económica y la reducción de los óbitos”, puntualizaron.
“No hay más tiempo para perderse en debates estériles y noticias falsas”, añadieron.Asimismo, consideraron que el cuadro actual aún “puede deteriorarse” y afirmaron que “es urgente el refuerzo de las medidas de distanciamiento social”, medidas que Bolsonaro ha censurado desde el inicio de la crisis sanitaria y que incluso recurrió ante la Justicia.
Sin citar directamente, se pronunciaron en duros términos hacia el mandatario, quien llegó a calificar la enfermedad de “gripecita” y desconfía de la efectividad de las mascarillas. “El desdén por la ciencia, la defensa de tratamientos sin una evidente eficacia, el estímulo a las aglomeraciones, y el coqueteo con el movimiento antivacunas, caracterizaron al mayor liderazgo político del país”, manifestaron.
“Esa postura refuerza normas antisociales, dificulta la adhesión de la población a comportamientos responsables, amplía el número de infectados y óbitos y aumenta los costos en los que incurre el país”, añadieron.
En este sentido, defendieron “incentivar el uso de mascarilla”, crear un “mecanismo de coordinación nacional”, orientado por científicos, e “implementar medidas de distanciamiento social en el ámbito local”.
“La necesidad de adoptar un ‘lockdown’ nacional o regional debería ser evaluada”, recomendaron.A su juicio, el país puede salir adelante, si persigue una “agenda responsable”.
“El país tiene prisa; el país quiere seriedad con la cosa pública; el país está cansado de ideas fuera de lugar, palabras inconsecuentes, acciones equivocadas o tardías. Brasil exige respeto”, concluyeron.