- Una noche Chico Ché se encontraba listo para salir al escenario en uno de los tantos bailes que amenizaba cada fin de semana cuando el Estado Mayor Presidencial llegó para subirlo en un avión especial que lo aguardaba en la pista a él y su grupo.
Por Patricia Hernández Goñi
Corría el año 1975 y el grupo Chico Ché y La Crisis, con Francisco José Hernández Mandujano al frente, comenzaba a despuntar en el ámbito nacional mientras que en la zona del sur sureste ya era considerado un ídolo.
En aquél entonces sus temas más conocidos referían lo representativo de la región: Reyna del Sureste, Las Mujeres del Istmo, El Señor de Tila, Caminos de la Chontalpa, etc, pero también se relacionaban con situaciones cotidianas que la población afrontaba: Juan Jornal, Son Campesino, El Peso flotando.
Esas canciones y otras tantas que hacían emular a creaciones que se utilizaban en carpas políticas o que pintaban con claridad la realidad del mexicano, tal y como también lo hacía Chava Flores, hicieron que el primer mandatario José López Portillo pidiera referencias de “ese tabasqueño tan irreverente”.
Una noche Chico Ché se encontraba listo para salir al escenario en uno de los tantos bailes que amenizaba cada fin de semana cuando el Estado Mayor Presidencial llegó para subirlo en un avión especial que lo aguardaba en la pista a él y su grupo.
Ahí se enteró que el señor presidente lo esperaba en un evento de Ciudad del Carmen, Campeche porque deseaba escuchar en vivo la canción de El Partido por la Mitad, que en ese momento había lanzado como primer sencillo de su material de larga duración.
Por supuesto no pudo negarse y cuál fue su sorpresa que al aterrizar en la isla, como en aquellos tiempos el pequeño aeropuerto no contaba con iluminación adecuada para su pista, colocaron decenas de vehículos a lo largo para que el piloto tuviera la suficiente visibilidad. Después de interpretar el tema ante el poderoso mandamás regresó en el mismo aeroplano a continuar con su baile en la otra entidad.
Viene a colación este relato por la sorpresa que ocasiona actualmente en la opinión pública las menciones que el presidente Andrés Manuel López Obrador hace de su paisano Chico Ché y su música.
Hay incluso quien considera que usar sus temas es una “burla” al pueblo porque el nombre de su grupo es La Crisis. Sí, él lo bautizó así porque en los 70’s se usaban nombres fuertes en las bandas nacionales e internacionales: Los Animales; Sangre, Sudor y Lágrimas; Los Bárbaros y otros por lo que decidió usar también algo que sonara imponente, sin saber que ese término sería recurrentemente utilizado en la jerga del mexicano a lo largo de las décadas.
“Analistas” avezados se dan vuelo para intentar definir porqué Chico Ché ha trascendido tanto, recordemos que él fallece un 29 de marzo de 1989, pero no reparan en el hecho de que su discografía comprende más de 400 temas y no todos hablan de cosas chuscas como Quen Pompó, De quen chon y Qué culpa tiene la estaca.
Él era un estudioso de la música, hizo sendos arreglos de sones cubanos, canciones de protesta, milongas, baladas, huarachas, rumba y otros ritmos con los que creo un estilo musical único que lo ha consagrado como un patrimonio nacional.
Aunque a muchos les cueste aceptarlo el presidente AMLO es un hombre culto, informado, sabe bien cuál es la importancia de Chico Ché, entiende que una expresión usada en una canción popular influye en el ánimo de la población.
Y no tiene que ver el hecho de mencionar que “sube la canasta básica” o “que el peso sigue bajando”; a ver analistas, columnistas e influencers, es un tema que se grabó hace más de 30 años y relata una situación económica adversa de entonces, Andrés Manuel ni pintaba todavía, estaba en ese momento atendiendo a los indígenas de Nacajuca.
México sufría en ese momento el llamado ‘crash de 1987’ que ha sido el episodio más triste del sector bursátil nacional de que se tenga memoria, la inflación ese año subió más del 150%.
Además, hace cuarenta años el país sufrió una de las devaluaciones más dramáticas y devastadoras de su historia, el dólar en esa época pasó de 12.50 a tres mil pesos, de ahí las mencionadas frases de la canción Uy qué miedo, nada que ver con nuestra condición actual.
No confundamos ni busquemos relación alguna con relatos de antaño, lo escrito o musicalizado por Chico Ché ocurrió en su momento, por lo que aquí vale la leyenda que se utiliza en las producciones cinematográficas: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Critican que por cada mención del jefe de la nación se ubique en el número uno del trending topic; perdón, la obra del maestro Chico Ché es motivo de análisis serio, formal, sociológico, es una figura importante y representativa, por ende, merece estar en el número uno y tomarse además como referente de uno de los músicos más influyentes del siglo pasado.