Emmanuel Macron pone en confinamiento a Francia por todo un mes

París, Francia.- El último recurso. Cerrar las escuelas siempre fue considerado por Emmanuel Macron la medida a tomar en caso extremo. Mantener las escuelas abiertas, por el contrario, era la «excepción francesa», defendida con orgullo por el presidente y todo el escalafón gubernamental. La tercera ola, desbocada por la virulencia de la variante inglesa, y el retraso de la vacunación le han forzado la mano al Jefe del Estado.

La incidencia acumulada de Francia por 100.000 habitantes en los últimos 14 días es de 712,2, mientras que la española se sitúa en 152,25, según los datos anunciados hoy por el Ministerio de Sanidad español. Macron ha alertado que el país está próximo a la cifra de las 100.000 muertes. Se han registrado hoy 95.337 desde el inicio de la pandemia.

Macron ha comparecido desde el Elíseo para anunciar las nuevas medidas con toda la solemnidad de la República y con toda su elocuencia. Con «humildad y determinación» en sus propias palabras. Ha defendido sus decisiones y ha compensado las malas noticias (extensión a toda Francia de la limitación de desplazarse a 10 km del domicilio) con anuncios positivos (reapertura de centros culturales y de las terrazas a mediados de mayo). Y ha reiterado la promesa de que todos los franceses mayores de 18 años que lo deseen habrán sido vacunados antes del fin del verano.

La principal novedad es el cierre de las escuelas. Se aplicará a todos los niveles educativos, de la guardería al bachiller. En toda Francia. Por tres semanas. La primera será de educación a distancia. Comenzará el próximo martes porque el lunes es festivo en Francia. A continuación habrá dos semanas de vacaciones, la quincena habitual (que no coincide con Semana Santa aunque se llaman de Pascuas). La última semana de abril habrá cole: presencial para los más pequeños, a distancia para los mayores. En mayo, todos a clase.

«La excepción francesa» de no cerrar las clases (salvo en las semanas críticas de la primera ola de 2020) era ventilada con natural satisfacción por todas las escalas gubernativas. «Los chicos no pierden el ritmo escolar» era el argumento. Además, la escuela es el crisol de la República, pieza esencial de la igualdad, uno de los lemas fundadores de la democracia francesa. Macron ha sacado pecho de que Francia es el país europeo donde antes volvieron los chicos a las aulas y donde menos clases se han perdido.

Todo eso es cierto pero había más razones en no cerrar las escuelas: Francia es el país europeo con más porcentaje de mujeres trabajadoras y uno de los más altos de familias monoparentales. Cerrar las escuelas tiene un efecto inmediato en la economía. Porque no todo el mundo tiene la posibilidad de teletrabajar. Para estos últimos, el presidente ha prometido el subsidio de desempleo.

RESTRICCIONES NACIONALES

Macron ha anunciado también la extensión a todo el territorio nacional las restricciones de movilidad vigentes hasta ahora en los 19 departamentos en zona roja (De París a la frontera belga, grosso modo). Uno se podrá desplazar libremente en un radio de 10 kilómetros alrededor de su domicilio, 30 con motivo justificado. El confinamiento perimetral viene definido por el departamento (la provincia). Habrá tolerancia este fin de semana para facilitar los desplazamientos a segundas residencias para confinarse allí o para dejar los niños sin escuela en casa de los abuelos. Se mantiene el toque de queda en toda Francia desde las 7 de la tarde hasta las 6 de la mañana.

Ha sido la séptima alocución presidencial desde que comenzó la pandemia. Macron domina el género. 14,6 millones de franceses vieron su discurso del 13 de abril, récord histórico de la intervenciones políticas y programa más visto de 2020. (La final de la Liga de Campeones entre el PSG y el Bayern Múnich fue seguida por 11,4 millones).

Aunque ha mantenido su popularidad (40% de opiniones positivas, un buen nivel para un cuarto año de mandato) las últimas semanas su estrella parece palidecer. Y estamos a un 13 meses de las próximas presidenciales.

La anterior alocución, sexta de la serie Covid, tuvo lugar el 28 de octubre de 2020. Macron anunció el cierre de bares, cafés, restaurantes y de todos los centros de cultura: cines, teatros y museos. Cinco meses después siguen cerrados. Y, maldición, las cifras de la pandemia están peor.

SATURACIÓN EN LAS UCI

Entonces Macron justificó el segundo confinamiento en evitar la saturación de las UCI donde estaban ingresados 3.000 pacientes. El martes 30 de marzo había 5.072 enfermos de Covid en reanimación, por encima del pico de la segunda ola (4.903 pacientes el 16 de noviembre pasado).

El presidente puso en aquella ocasión el objetivo en bajar de 40.000 contagios diarios a 5.000. Nunca bajaron de 10.000. El 30 de marzo hubo 30.702 contagios. Este arreón del virus se debe a la pujanza de la variante inglesa cuyos primeros casos se detectaron en Francia en Navidades. Y hoy suponen más del 70% a los que se suman otro 5% de la cepas brasileña y sudafricana.

Desde el comienzo de la pandemia han muerto en Francia 95.337 personas (381 en las últimas 24 horas). Único dato positivo: más de ocho millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna y 2.709.292 la segunda inyección. Macron ha reiterado que todo francés mayor de 18 años que lo desee, estará vacunado antes del fin del verano.

Macron ha defendido su acción aunque, por primera vez, ha admitido «errores». Eso y el tono sereno y menos grandilocuente que otras veces, es una rectificación notoria: la semana pasado declaró que «ni mea culpa ni remordimientos».

La otra novedad es que estas cuatro semanas «de esfuerzo suplementario» son «el final del túnel». Macron ha prometido volver a dirigirse a los franceses con una «agenda» pero ha anticipado que a » mediados de mayo» los franceses empezaran a degustar «la alegría de la vida» con la reapertura de museos y centros culturales. Y las terrazas.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2021/03/31/6064a1b2fdddfff1338b45c4.html