Es una determinación de un Tribunal Federal en Brooklin, en Estados Unidos
Juan Carlos Huerta Vázquez
Por orden de La Corte del Distrito Este de Nueva York, se ordenó confiscar cinco propiedades a los hijos del considerado fundador del extinto Cártel de Guadalajara Rafael Caro Quintero, bajo argumento de que fueron obtenidas con ganancias derivadas del narcotráfico.
Se trata, principalmente de locales comerciales y fincas localizadas en Zapopan Jalisco, según información del Departamento estadounidense de Justicia.
Es el caso de una casa ubicada en la calle Paseo de los Virreyes, en el número 4238, en el fraccionamiento Villa Universitaria, y según la ficha catastral es propiedad de su hijo, Héctor Rafael Caro Elenes.
Se enumeró tambien la bodega 468, localizada en la calle Melchor Ocampo, en el Mercado el Campesino; está a nombre de sus hijos Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran, Caro Elenes.
La corte requiere también, los locales comerciales con domicilio en el número 5289-8 de la calle Sagitario la colonia Arboledas, de Zapopan, y el establecimiento contiguo que ostenta el numeral 5289-9; ambos se refieren propiedad de su hija Roxana Caro Elenes.
También se requieren los locales comerciales de la Calle Luigi Pirandello, número 5397, en el Fraccionamiento Vallarta Universidad, registrados a nombre de Roxana Elizabeth Caro Elenes.
Los hermanos Caro Elenes tienen vigentes varios juicios de garantías en juzgados de Distrito por la posesión y titularidad de las propiedades señaladas; sin embargo no es el único revés que enfrenta Rafael Caro Quintero, ya que se le negó la última instancia para evitar su extradición a Estados Unidos, en caso que se le localice y se le detenga por el asesinato, registrado en 1985, del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
El Primer Tribunal Colegiado Penal en la Ciudad de México le negó el juicio de garantías contra la orden de detención provisional con fines de extradición a la Unión Americana.
Los Magistrados Juan José Olvera López, y Francisco Javier Sarabia Ascencio, determinaron que la acusación contra el sinaloense no es una cosa juzgada en México, a pesar de haber obtenido su libertad en 2013, tras compurgar una pena cercana a los 40 años de prisión.
Ese mismo año, el Juzgado Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales en la Ciudad de México ordenó su detención provisional con fines de extradición de Caro Quintero por ocho cargos penales, tres de ellos relacionados con el crimen del agente norteamericano.
Al momento se encuentra prófugo de la justicia por una orden de reaprehensión por este crimen.
En sus recursos judiciales alega no tener dinero, y estar impedido físicamente para trabajar, dada su condición de adulto mayor: “el nombrado recurrente alega insolvencia porque dice tener más de 60 años de edad, no estar pensionado ni jubilado, y como hecho notorio aduce encontrarse sustraído de la acción de la justicia, lo que le impide laborar, o desempeñar alguna actividad por la que pueda adquirir recursos económicos”, reza el acuerdo publicado el pasado 26 de mayo por el Primer Tribunal Colegiado Penal de la capital de la República.
Caro Quintero ya no puede acceder a más recursos para impedir su eventual detención, y extradición.