Ciudad de México.- En épocas recientes hemos sido testigos de cómo las redes sociales permiten que las voces, que antes estuvieron silenciadas, puedan expresarse y compartirse para que otrxs sean testigos de esas experiencias. Nos llama la atención que el mundo del libro esté plagado de denuncias laborales que nos llegan a través de una cuenta que se llama @terroreditorialmx con presencia en X y en Instagram, y que fue creciendo tanto en seguidores como en denuncias poniendo al descubierto la precariedad laboral, el abuso de poder de una labor que pensaríamos más amable. No se salvaron ni las editoriales independientes ni las universitarias, pero nos pareció digno de retomar el caso del Grupo Editorial Planeta, una de las empresas transnacionales más importantes del mercado editorial en español. Las acusaciones abarcan una amplia gama de comportamientos desmedidos, incluyendo abuso de poder, abuso laboral y discriminación de género. En el centro de estas graves denuncias se encuentra el director editorial, Gabriel Sandoval y su equipo más cercano.
Ex empleados y colaboradores de Grupo Planeta y más editoriales han utilizado esta cuenta para compartir sus experiencias de abuso y explotación laboral. Las historias que emergen pintan un cuadro perturbador de un ambiente de trabajo tóxico, donde las demandas laborales excesivas y las prácticas coercitivas parecen ser moneda corriente. Se reporta que los empleados eran sometidos a largas jornadas laborales sin la adecuada compensación y bajo la constante amenaza de represalias si no cumplían con expectativas poco razonables.
Una de las denuncias más alarmantes describe cómo Gabriel Sandoval, director de Grupo Planeta utilizaba su posición para intimidar y silenciar a quienes osaban cuestionar sus decisiones o prácticas. “Era un ambiente de constante miedo y estrés,” relata un ex empleado bajo condición de anonimato. “Sabíamos que cualquier desacuerdo podía costarnos el trabajo, además de su constante maltrato laboral.” Estas denuncias se pueden encontrar dentro de las cuentas de X e Instagram de @terroreditorialmx.
Las denuncias también señalan un patrón de discriminación de género dentro de la editorial. Varias mujeres y personas de la comunidad LBGBT+ han compartido sus testimonios sobre cómo fueron relegadxs a roles secundarios, negadas de promociones y sujetos a comentarios sexistas y discriminatorios. Una de las denunciantes expresó: “No importaba cuánto me esforzara, siempre se me hacía sentir que mi lugar estaba por debajo de mis colegas masculinos o personas heterosexuales. Era como si nuestras capacidades nunca fueran suficientes simplemente por ser mujeres o parte de la comunidad.” O cuestiones muy preocupantes como: “Gabriel Sandoval, director del departamento editorial, siempre está dispuesto a cruzar la línea entre la vida laboral y la personal, para después aprovecharse de esa “amistad” y usar la información que se comparte, fuera del ámbito laboral, a conveniencia. Además, en mi caso, esto se transformó en insinuaciones incómodas y en mensajes, vía WhatsApp, completamente fuera de lugar, donde alcoholizado me tiraba el rollo abiertamente.”
La cuenta @terroreditorialmx ha sido el epicentro de estas revelaciones, ofreciendo una plataforma para que los empleados actuales y anteriores compartan sus experiencias de manera anónima. Los testimonios se han multiplicado rápidamente, llegando en un mes a los 4 mil seguidores, generando un creciente clamor por justicia y transparencia. La magnitud de las denuncias ha captado la atención de medios de comunicación y del público en general.
Hasta el momento, Grupo Planeta ha mantenido un silencio preocupante frente a estas acusaciones. Además de que el silencio se extiende a España que es donde se encuentra el corporativo central. La comunidad literaria y de derechos laborales está observando de cerca cómo la editorial maneja esta información, con la esperanza de que se tomen acciones contundentes para abordar y remediar las denuncias.
Los señalamientos contra Grupo Planeta y su director editorial, Gabriel Sandoval, principalmente, revelan una realidad inquietante de abuso y discriminación dentro de una de las editoriales más reconocidas. A medida que las voces de los afectados se hacen más fuertes en las redes sociales, la comunidad espera respuestas, clarificación y, sobre todo, justicia. Esta situación subraya la importancia de un entorno laboral justo y respetuoso en todas las industrias, donde la dignidad y los derechos de los trabajadores sean protegidos y valorados.
Los empleados y ex empleados que anónimamente hacen múltiples denuncias quieren una respuesta y sobretodo que no se sigan repitiendo este tipo de situaciones donde la vulnerabilidad de las personas queda expuesta, y las empresas ofrezcan condiciones más justas para los trabajadorxs.
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