Caro Quintero fue dueño del plantío de mariguana más grande del mundo

Ciudad de México.- A inicio de la década de los ochentas, en la colonia Búfalo, ubicado en el municipio de Jiménez, Chihuahua, Rafael Caro Quintero, desarrolló toda una “maquiladora de mariguana” con 10 mil jornaleros que procesaban la siembra, cultivo, empaquetado y los envíos del enervante a la frontera de Estados Unidos.

La destrucción de esta industria fue uno de los golpes más grandes al narcotráfico en la historia de México.

Fue en noviembre de 1984 cuando ahí se desarrolló un impresionante operativo, encabezado por autoridades mexicanas y estadounidenses.

Fueron necesarios 450 soldados y decenas de helicópteros, además tres mil campesinos fueron detenidos.

El predio tenía una extensión de 544 hectáreas, esa noche se aseguraron dos mil 500 toneladas mariguana cultivada, sembrada y empaquetada.


Cuenta la historia que el entonces embajador de Estados Unidos en México, John Gavin, al volar sobre dicho territorio, ubicado en la región sur del estado, observó desde la ventanilla del avión, que “todo se veía muy verde”, lo que dio origen a la investigación.

Los jornaleros procedían de esa misma zona del estado de Chihuahua, pero también fueron traídos con la promesa de una buena paga, de estados como Michoacán, Oaxaca y Veracruz, junto con algunos más de Durango y Sinaloa.

“Los invitaban a piscar manzana”, como dice el corrido que la agrupación mexicana Tigres del Norte interpretó para documentar el hecho.

Ya en el lugar, los jornaleros eran amenazados de muerte, la paga no era la que esperaban y trabajaban siempre encañonados por los capataces de Quintero, conocido como “el narco de narcos”.